Lejos en el cosmos, una galaxia fantasmal está completamente sola. Posee un tenue brillo de luz estelar que apenas ha cambiado por eones, y los astrónomos no tienen idea de por qué está allí o cómo se formó.
DGSAT I, como se denomina, fue descubierta en 2016. Se trata de una ultradiffuse galaxy (UDG), lo que significa que es tan grande como una galaxia típica pero emite muy poca luz estelar. Y esta extraña galaxia parece romper muchas de las reglas que gobiernan incluso los UDG similares.
La mayoría de los otros UDG (un concepto relativamente nuevo para los astrónomos) se encuentran dentro de cúmulos de galaxias abarrotadas y en movimiento. Los astrónomos creen que las violentas colisiones dentro de esos grupos escupen estas débiles galaxias como confeti en el espacio.
Pero DGSAT I está completamente sola. Sin embargo, debido a las colisiones galácticas u otros trastornos cósmicos, es probable que haya cambiado muy poco desde que nació, según una declaración del Observatorio WM Keck en Hawai.
Para explicar cómo se formó el solitario DGSAT, los astrónomos primero necesitaban saber de qué estaba hecho.
Aaron Romanowsky, profesor asociado de la San Jose State University y coautor del estudio, dijo en un comunicado:
«La composición química de una galaxia proporciona un registro de las condiciones ambientales cuando se formó, como la forma en que los oligoelementos en el cuerpo humano pueden revelar una vida de hábitos alimenticios y exposición a contaminantes».
El equipo utilizó el Keck Cosmic Web Imager, un espectroscopio de medición de luz instalado en Mauna Kea de Hawai.
El espectroscopio toma una imagen de la galaxia y luego mide la longitud de onda de la luz en cada píxel de la imagen. Según la declaración, diferentes elementos emiten diferentes longitudes de onda de la luz, lo que permite a los astrónomos vislumbrar la composición y la temperatura de la galaxia.
Resulta que esta débil galaxia no solo está pálida con una falta de luz estelar sino también «anémica».
La galaxia tiene muy poco hierro pero cantidades normales de magnesio. Eso es desconcertante, dijeron los investigadores, porque cuando las estrellas mueren en explosiones violentas llamadas supernovas, generalmente liberan ambos metales.
Romanowsky dijo:
«No entendemos esta combinación de contaminantes, pero una de nuestras ideas es que las explosiones extremas de supernovas hicieron que la galaxia pulsara en tamaño durante su adolescencia, de una manera que retiene el magnesio preferentemente al hierro».
Las mediciones también muestran que esta galaxia probablemente tardó mucho tiempo en formarse, comenzando cuando el universo era muy joven y continuó formándose hasta hace al menos 3 mil millones de años.
Romanowsky dijo:
«Una posibilidad intrigante es que algunas de estas galaxias fantasmales son fósiles vivientes desde los albores del universo cuando las estrellas y galaxias emergieron en un entorno muy diferente al de hoy. Su nacimiento es realmente un misterio fascinante en el que nuestro equipo está trabajando para resolver».
El estudio científico ha sido publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.