La NASA ha capturado fotos sin precedentes de la interacción de las ondas de choque de dos aviones supersónicos, parte de su investigación sobre el desarrollo de aviones que pueden volar más rápido que el sonido sin «estruendos sónicos» atronadores.
Cuando un avión cruza ese umbral, aproximadamente a 1.225 kilómetros por hora al nivel del mar, produce ondas a partir de la presión que ejerce sobre el aire a su alrededor, que se fusiona para provocar el sonido ensordecedor.
En una intrincada maniobra de pilotos «rock star» en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en California, dos aviones supersónicos T-38 volaron a una distancia de nueve metros por debajo de otro avión que los fotografiaba con una cámara avanzada de alta velocidad, dijo la agencia.
La captura, a una altura de aproximada de 9.000 mmetros, produjo imágenes fascinantes de las ondas de choque que emanan de ambos planos.
Con un avión volando justo detrás del otro, «los choques tendrán una forma diferente», dijo Neal Smith de AerospaceComputing Inc, una empresa de ingeniería que trabaja con la NASA, en un post en el sitio web de la agencia.
«Esta información realmente nos ayudará a mejorar nuestra comprensión de cómo interactúan estos choques».
Las explosiones sónicas pueden ser una molestia importante, capaz de no solo sorprender a las personas en el suelo, sino también de causar daños, como ventanas destrozadas, y esto ha dado lugar a fuertes restricciones a los vuelos supersónicos sobre tierras en jurisdicciones como los EE.UU.
La capacidad de capturar imágenes tan detalladas de ondas de choque será «crucial» para el desarrollo de la X-59 de la NASA, dijo la agencia, un avión supersónico experimental que espera sea capaz de romper la barrera del sonido con solo un estruendo en lugar de un auge sónico.
Un avance como ese podría llevar a la flexibilización de las restricciones de vuelo y al regreso de aviones comerciales supersónicos por primera vez desde que el Concorde se retiró en 2003.
Algunos países y ciudades prohibieron al avión franco-británico de su espacio aéreo debido a sus explosiones sónicas.
Imagen de portada: Utilizando la técnica de fotografía de Schlieren, la NASA pudo capturar las primeras imágenes aire-aire de la interacción de ondas de choque de dos aviones supersónicos que vuelan en formación. Crédito: NASA