El telescopio detectó asimismo una vasta capa nubosa de tormenta en el polo norte de Urano, el séptimo planeta de nuestro Sistema Solar.
La NASA ha compartido nuevas imágenes obtenidas por el Telescopio Espacial Hubble en las que se aprecia una gigantesca tormenta en el polo norte de Urano y una nueva ‘misteriosa mancha oscura’ en Neptuno, como se denomina un fenómeno que ya ha sido detectado varias veces en el marco de la misión OPAL de la NASA y que indica la existencia de una tormenta en la atmósfera del planeta.
Aunque no tienen claro cómo se forman, los expertos han revelado que, al igual que la simbólica Gran Mancha Roja de Júpiter, las tormentas de Neptuno circundan en una dirección anticiclónica y parecen extraer materiales del fondo del planeta.
Hasta hace relativamente poco, los científicos pensaban que el enorme vórtice anticiclónico la Gran Mancha Roja era una característica única. Sin embargo, gracias a las sondas Voyager, enviadas al espacio en los años 80, la agencia espacial empezó a sospechar que se equivocaban.
During its routine yearly monitoring of the weather on our solar system’s outer planets, Hubble uncovered a new mysterious dark storm on Neptune and provided a fresh look at a long-lived storm circling around the north polar region on Uranus: https://t.co/ErZTfFwZfF pic.twitter.com/NzHhhxOK8n
— Hubble (@NASAHubble) 7 de febrero de 2019
Tras una serie de misiones similares, las imágenes tomadas por Hubble en 1994 confirmaron que Neptuno también contaba con huracanes de ese tipo, uno de los cuales fue bautizado como la Gran Mancha Oscura.
El interés científico en el octavo planeta se reactivó a raíz de los datos recibidos por Hubble en 2016 que, analizados por la Universidad de California (EE.UU.), revelaron que, a diferencia de Júpiter, los vórtices de Neptuno no duran siglos, sino que desaparecen en unos dos años.
Las últimas imágenes de Neptuno, recibidas en septiembre del año pasado, confirmaron la aparición de otra enorme ‘mancha’ de casi 11.000 kilómetros de ancho en el hemisferio norte del planeta, rodeada por nubes blancas características que, en realidad, son cristales de hielo de metano resultantes de la congelación de gases.
Al igual que en Neptuno, la imagen obtenida de Urano muestra una vasta capa nubosa de tormenta en su polo norte, surgida como resultado de la rotación muy inclinada del planeta. Por lo tanto, sus polos norte y sur, apuntan directamente al Sol o bien permanecen completamente ocultos a él, lo que genera repentinos cambios de temperatura, acompañados de remolinos y nubes.
Imagen de portada: Imagen de Urano (izquierda) y de Neptuno tomadas en noviembre de 2018 por la NASA. Crédito: NASA, ESA, A. Simon (NASA Goddard Space Flight Center), and M.H. Wong and A. Hsu (University of California, Berkeley)