Los últimos datos enviados por las naves espaciales Juno y Cassini desde los planetas gaseosos gigantes Júpiter y Saturno han desafiado muchas teorías actuales sobre cómo se forman y se comportan los planetas en nuestro sistema solar.
Los datos magnéticos y de gravedad detallados han sido «invaluables pero también confusos», dijo David Stevenson de Caltech, quien presentará una actualización de ambas misiones esta semana en la reunión de marzo de la American Physical Society en 2019 en Boston. También participará en una conferencia de prensa que describe el trabajo.
Stevenson dijo:
«Aunque hay rompecabezas aún por explicar, esto ya está aclarando algunas de nuestras ideas sobre cómo se forman los planetas, cómo se causan los campos magnéticos y cómo soplan los vientos».
Cassini orbitó Saturno durante 13 años antes de su dramática inmersión final en el interior del planeta en 2017, mientras que Juno ha estado orbitando Júpiter durante dos años y medio.
El éxito de Juno como misión a Júpiter es un tributo al diseño innovador. Sus instrumentos son alimentados solo por energía solar y protegidos para soportar el feroz ambiente de radiación.
Stevenson dice que la inclusión de un sensor de microondas en Juno fue una buena decisión.
Stevenson dijo:
«El uso de microondas para descubrir la atmósfera profunda era la opción correcta, pero no convencional».
Los datos de microondas sorprendieron a los científicos, en particular al demostrar que la atmósfera está mezclada de manera uniforme, algo que las teorías convencionales no predijeron.
Stevenson dijo:
«Cualquier explicación para esto tiene que ser poco ortodoxa».
Los investigadores están explorando eventos climáticos que concentran cantidades significativas de hielo, líquidos y gas en diferentes partes de la atmósfera como posibles explicaciones, pero el asunto está lejos de ser cerrado.
Otros instrumentos a bordo de Juno, como sensores de gravedad y magnéticos, también han enviado datos desconcertantes. El campo magnético tiene manchas (regiones de campo magnético anormalmente alto o bajo) y también una diferencia notable entre los hemisferios norte y sur.
Stevenson dijo:
«Es diferente a todo lo que hemos visto antes».
Los datos de gravedad han confirmado que en medio de Júpiter, que es al menos 90 por ciento de hidrógeno y helio en masa, hay elementos más pesados que representan más de 10 veces la masa de la Tierra. Sin embargo, no están concentrados en un núcleo, sino que se mezclan con el hidrógeno de arriba, la mayoría de los cuales está en forma de un líquido metálico.
Los datos han proporcionado información detallada sobre las partes externas de Júpiter y Saturno. La abundancia de elementos más pesados en estas regiones aún es incierta, pero las capas externas desempeñan un papel mayor al esperado en la generación de los campos magnéticos de los dos planetas. Los experimentos que imitan las presiones y temperaturas de los planetas gaseosos ahora son necesarios para ayudar a los científicos a comprender los procesos que están ocurriendo.
Para Stevenson, que ha estudiado a los gigantes gaseosos durante 40 años, los rompecabezas son el sello de una buena misión.