Una de las características más llamativas de Plutón es su corazón, también conocido como el Tombaugh Regio. Su lóbulo izquierdo, el Sputnik Planitia, es una región suave y joven tan ancha como Texas, y algunos investigadores creen que podría esconder un océano líquido debajo de su superficie helada.
El enfoque de un nuevo artículo publicado en Nature Geoscience es cómo este océano podría existir. El origen y la edad de Sputnik Planitia aún es un tema de debate. Podría haberse formado debido a un impacto dramático de asteroides. Su superficie mayoritariamente sin cráteres indica que podría ser tan joven como unos pocos cientos de miles de años, pero sus regiones erosionadas sugieren una edad de miles de millones de años. La superficie joven no es la única evidencia que sugiere un océano. También hay una anomalía gravitatoria que podría explicarse con la hipótesis del océano subsuperficial.
Si la cuenca es realmente antigua y se forma un océano en el cráter, entonces debería haberse congelado completamente hace cientos de millones de años. Los investigadores ahora han simulado cómo un océano líquido podría persistir en un ambiente así, y creen que la solución está en una capa de gas.
Un océano líquido en Plutón
En su modelo, una capa de hidratos de clatrato puede ser clave. Estos hidratos son moléculas gaseosas, como el metano, atrapadas en una jaula de agua molecular. Son muy viscosos y tienen una conductividad térmica muy baja, lo que los convierte en una sustancia ideal para separar el océano de la superficie helada.
Gracias a los hidratos, el océano líquido estaría aislado y podría mantener el calor que tenía en su formación. La superficie también podría cambiar lentamente. Sin la capa, una corteza gruesa y uniforme se habría formado en aproximadamente 1 millón de años. En cambio, con la capa aislante de hidratos de clatrato, la evolución es mucho más larga, se espera que supere los mil millones de años.
Los investigadores sugieren que el posible componente de la capa de gas es el metano que se origina en el núcleo del planeta enano. Esto es consistente con la composición general de la atmósfera plutoniana, que es rica en nitrógeno y pobre en metano.
Un océano subsuperficial
Si bien no explica completamente las observaciones vistas en Sputnik Planitia, la simulación apoya la plausibilidad de un océano subsuperficial. Y, curiosamente, no solo en Plutón. El mismo mecanismo podría funcionar en objetos lo suficientemente grandes pero mínimamente calientes, como lunas heladas y planetas enanos.
Shunichi Kamata, de la Universidad de Hokkaido y autor principal del estudio, dijo en un comunicado:
«Esto podría significar que hay más océanos en el universo de lo que se pensaba, lo que hace más plausible la existencia de vida extraterrestre».
Todo el conocimiento detallado que tenemos de Plutón es gracias a la misión New Horizons de la NASA, que sobrevoló el planeta enano en 2015. La nave espacial pasó su segundo objetivo, MU69, hace unos meses, y ahora estamos recibiendo datos de esta segunda observación .