Un nuevo estudio dirigido por Australian National University (ANU) ha creado un mapa 3D del campo magnético en una pequeña porción de la galaxia Vía Láctea, allanando el camino para futuros descubrimientos que mejorarán nuestra comprensión del origen y la evolución del Universo.
El investigador principal, el Dr. Aris Tritsis, de la Research School of Astronomy and Astrophysics (RSAA) de ANU, dijo que este fue el primer estudio que midió tomográficamente la fuerza del campo magnético de nuestra galaxia.
El Dr. Tritsis dijo en un comunicado:
«Nuestro trabajo allana el camino para futuros descubrimientos sobre la evolución de la Vía Láctea, la formación de estrellas y planetas y las etapas iniciales de nuestro Universo».
Campo magnético de la Vía Láctea
El campo magnético y el polvo cósmico de la galaxia actúan como un velo que oculta la radiación de las primeras etapas de nuestro Universo, conocido como fondo cósmico de microondas, y han impedido a los científicos probar los modelos cosmológicos para la evolución del Universo.
Para comparación, los 15 μG (micro Gauss) medidos típicamente en el medio interestelar, como se muestra en la imagen de arriba, son 10 millones de veces más pequeños que la potencia de un imán de nevera. A pesar de su pequeño valor y debido a que abarca decenas o cientos de años luz, es extremadamente importante para todos los procesos mencionados en este artículo.
El Dr. Tritsis dijo:
«Ahora tenemos los medios para mapear la fuerza del campo magnético para todas las regiones de nuestra galaxia, lo que nos permite comprender mejor la evolución del Universo. El presente trabajo es una prueba de que un estudio tan ambicioso es factible. Nuestro siguiente paso es crear el primer mapa tridimensional completo del campo magnético de la galaxia y estudiar todos los demás procesos astrofísicos que dependen de él».
Los rayos cósmicos son partículas muy energéticas, algunas con energías muy superiores a las que pueden alcanzar los aceleradores hechos por el hombre.
La investigación ha sido publicada en The Astrophysical Journal.