Un equipo de astrónomos han sospechado durante mucho tiempo que el universo primitivo fue el hogar de algunas galaxias gigantescas, pero los misterios persistieron sobre estos antiguos colosos cósmicos.
Por un lado, según las predicciones teóricas, estas galaxias gigantes de la «vieja escuela» no deberían haber sido tan grandes debido a lo joven que era el universo en ese momento. Luego estaba el hecho de que los astrónomos nunca podrían ver una galaxia monstruosa durante su formación, solo después de que hubiera madurado.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos ha encontrado evidencia de una de estas galaxias de «eslabón perdido», un descubrimiento tan significativo que lo están comparando con detectar las huellas de un Yeti en la naturaleza.
Un artículo publicado el martes en The Astrophysical Journal detalla cómo los investigadores detectaron por primera vez evidencia de la galaxia en datos del Atacama Large Millimeter Array (ALMA) de Chile. Determinaron que la débil mancha de luz en las observaciones de ALMA tardó aproximadamente 12.500 millones de años en llegar a la Tierra, lo que significa que las observaciones datan de la infancia del universo.
El investigador Ivo Labbé dijo en un comunicado de prensa:
«Descubrimos que la galaxia es en realidad una galaxia monstruosa masiva con tantas estrellas como nuestra Vía Láctea, pero llena de actividad, formando nuevas estrellas a 100 veces la velocidad de nuestra propia galaxia».
Esa combinación de ser realmente vieja, realmente grande y realmente activa era exactamente el tipo de míticas galaxias que los astrónomos habían deseado encontrar. Y ahora que lo han hecho, están ansiosos por usar el Telescopio Espacial James Webb (JWST), que pronto será lanzado por la NASA, para investigar la galaxia monstruosa, y potencialmente otras similares, con más detalle.
La investigadora Christina Williams dijo en el comunicado de prensa:
«JWST podrá mirar a través del velo de polvo para que podamos aprender qué tan grandes son realmente estas galaxias y qué tan rápido están creciendo, para comprender mejor por qué los modelos no pueden explicarlas».
El estudio científico ha sido publicado en The Astrophysical Journal.
Imagen de portada: Representación artística de cómo podría ser una galaxia masiva en el universo primitivo. Crédito: James Josephides / Christina Williams / Ivo Labbe